
Hola, soy David.
Durante mi infancia estudié en un colegio católico, y aunque me enseñaron la idea de un Dios vigilante y castigador, algo en mí siempre se resistía. No podía aceptar que un Dios de amor fuera también un Dios que castigara y permitiera el sufrimiento que vemos en el mundo. Era como si dentro de mí hubiera una pequeña voz diciendo: “Esto no puede ser así”.
Aun así, crecí con los sueños de cualquier persona que vive en el mundo. Y con el tiempo, parecía que los estaba cumpliendo todos: un buen trabajo, una mujer maravillosa, salud, amigos, mi propia casa…
La vida, desde fuera, tenía sentido. Tenía lo que se supone que debe hacernos sentir completos.
Pero en enero de 2016 ocurrió algo inesperado.
Una noche, volviendo de fiesta y caminando por la ciudad, me invadió una sensación de vacío difícil de explicar. Todo a mi alrededor estaba como siempre, pero por dentro… sentía como si faltara algo esencial.
Me pregunté:
“¿De verdad la vida es solo esto? ¿Trabajar, avanzar, cumplir metas y repetir?”
Y mirando la luna, sin saber muy bien por qué, pedí casi en un susurro:
“Dios, dame una señal. Tiene que haber algo más.”
La señal llegó.
A los pocos días, en un foro, encontré una recomendación del libro «El poder del ahora», de Eckhart Tolle. Lo leí, y sentí un impacto profundo: por primera vez alguien hablaba de algo divino dentro de nosotros, accesible, real. Algo que no dependía de creencias externas, sino de experiencia interna.
A raíz de ese libro, viendo vídeos de Tolle en internet, vi unos que hablaba sobre Un Curso de Milagros. A raíz de ahí, lo compré, empecé a leerlo… y no entendí nada. Lo dejé a mitad y seguí buscando.
Pero entonces ocurrió algo curioso.
Mientras navegaba por YouTube, empezó a salirme repetidamente un anuncio del mismo vídeo sobre un libro:
“La desaparición del Universo”, de Gary Renard.
La primera vez lo ignoré.
La segunda, también.
Pero a la tercera pensé:
“Esto tiene que ser una señal.”
Y vaya si lo fue.
Compré el libro y, al leerlo, sentí una felicidad interna y un entusiasmo que nunca había experimentado en nada del mundo. Por fin un libro explicaba Un Curso de Milagros de una forma clara, directa y luminosa. Por primera vez sentí que se me habían dado respuesta a todas las dudas existenciales que todo ser humano siempre se ha planteado en algún momento de su vida. Ahí comenzó mi “tiempo de enamoramiento con el Curso”, ese del que hablaba el gran maestro espiritual del Curso , Ken Wapnick.
Durante los años siguientes leí el Curso varias veces, practiqué sus lecciones día tras día, estudié profundamente a Ken Wapnick y Gary Renard, y comprendí que esta enseñanza no era solo conocimiento espiritual: era un camino práctico hacia la paz, hacia la liberación de la culpa, hacia la verdadera felicidad y finalmente hacia el despertar a nuestra verdadera realidad en Dios
Y cuando algo te transforma por dentro… quieres compartirlo.
Así nació ElVerdaderoPerdon.com.
No como un proyecto espiritual más, sino como un espacio fiel al mensaje original del Curso, sin mezclas ni distorsiones. No dualismo puro. Un lugar donde poder recordar y practicar el verdadero perdón que enseña el Curso, eligiendo de nuevo cada día en cada situación que nos genera conflicto.
Aquí comparto las lecciones del Curso, meditaciones, explicaciones… Pero también algo que siento muy importante: mis propias aplicaciones del verdadero perdón.
Mis ejemplos reales, mis situaciones cotidianas, mis crisis, mis aprendizajes. Porque si mi manera de trabajar el perdón ayuda a alguien más a practicarlo, entonces mi camino tiene aún más sentido.
La web existe para eso:
para ayudarnos a volver a la paz que ya está en nosotros,
para practicar el verdadero perdón del Curso,
y para recordar que el objetivo final de esta enseñanza no es “mejorar la vida”, sino despertarnos a nuestra verdadera realidad en Dios.
Si has llegado hasta aquí, quizá tú también estés buscando una señal.
O buscando paz.
O simplemente cansado de sufrir.
Sea como sea, bienvenido.
Aquí estamos para recordar juntos que siempre podemos elegir ver de otra manera.